México, D.F., 19 de junio de 2012

 

DIVERSAS INTERVENCIONES DURANTE EL ACTO OFICIAL DE CONMEMORACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DEL REFUGIADO

Moderadora: Para dar inicio, escucharemos las palabras del licenciado Gustavo Mohar Betancourt, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos.

Subsecretario Gustavo Mohar Betancourt: Muy buenos días a todos y a todas.

Licenciada Sara Irene Herrerías, Procuradora Social para la Atención a Víctimas.

Fernando Batista, Quinto Visitador de la Comisión de Derechos Humanos.

Rafael Estrada, Jefe de la Unidad de Atención a Población Vulnerable del DIF.

Ana María León, titular del Instituto Nacional de Desarrollo Social.

Licenciado José Ángel Fernández Uría, Presidente del Patronato de la Fundación Pro Niños de la Calle.

Señor Hamdi Bukhari, Representante de ACNUR en México.

Reconozco al señor Thomas Weiss, Jefe de la Misión de la OIM en México.

Al licenciado Ricardo Antonio Bucio, Presidente del CONAPRED.

Compañeras y compañeros de Gobernación.

Jóvenes a quienes hoy celebramos y les damos la mayor cordial bienvenida:

Sean muy bienvenidos a la Secretaría de Gobernación.

Cada año celebramos en esta dependencia el Día Mundial del Refugiado, establecido por el Sistema de Naciones Unidas desde el año de 2001.

Según la Organización de Naciones Unidas, existen hoy en el mundo cerca de 15 millones de refugiados y más de 150 millones de migrantes; es decir, 150 millones de personas que han dejado su país y radican en otro.

En la agenda global del Siglo XXI, el refugio y la migración internacional son dos de los temas principales que ocupan la atención de los gobiernos, las sociedades, los medios y las organizaciones internacionales.

En el caso concreto del refugio, se trata, tal vez, de una de las expresiones más concretas que se derivan de conflictos bélicos, de inseguridad, de violencia, de la fragilidad de sistemas políticos y sociales en muchas regiones del mundo, inclusive en nuestra América Latina.

Como acaba de anunciar recientemente, ayer, el señor Antonio Gutiérrez, el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas en un reporte anual titulado: reporte “2011 Tendencias Globales”, en 2011, precisamente, se presentó la cifra más grande de refugiados de los últimos 10 años. Más grave aún señala que para 2012 el escenario pinta todavía para mal.

En México por mandato legal le corresponde a esta Secretaría de Gobernación la política en materia de refugio. Es importante no sólo para Gobernación, sino para el Gobierno de México y la sociedad mexicana, dada nuestra tradición histórica de refugio y asilo, y porque México ha sido impulsor, promovente y ha ratificado múltiples convenciones internacionales en la materia, que hemos internalizado ahora al publicar el señor Presidente Calderón, al aprobar la Ley y el Reglamento en Materia de Refugiados, ambos textos considerados de avanzada en esta materia. La aplicación de esta norma le compete a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, que preside la maestra Katya Somohano.

Ser la autoridad responsable de aplicar este nuevo marco normativo es una tarea compleja y sensible que requiere sensibilidad política, trato, dado que es una tarea transversal en donde muchas dependencias del Gobierno Federal, organismos internacionales y crecientemente, y le damos la mayor bienvenida a la sociedad civil organizada, actor fundamental para poder implementar y llevar a cabo los objetivos de este marco normativo.

Hay que recordar que fue el Presidente Calderón quien impulsó la Reforma al Artículo 11 Constitucional que contempla las figuras de asilo y refugio como parte de una histórica transformación a la Carta Magna, que establece a los derechos humanos como eje central de la actuación del Estado Mexicano.

Por ello la ley y el reglamento antes mencionados, que celebramos por cierto hace poco su publicación, nos dan un marco jurídico de una renovada política de refugio sólida, generosa, con un alto sentido de protección de derechos y no es menor reconocerlo a prueba de escrutinios nacionales e internacionales.

 

Señor Secretario:

 

El programa de hoy hace énfasis en una de las variantes más dramáticas de este fenómeno internacional como es preservar y defender el interés superior del niño.

Como país de tránsito que es México, estamos experimentando una creciente presencia de menores de edad, niños y niñas no acompañados procedentes principalmente de Centroamérica, pero de muchas otras latitudes en el mundo.

El incremento de los números de menores no acompañados, llevado hasta la fecha respecto al año anterior, es en 34 por ciento más alto.

El caso de los menores solicitantes de refugio es diferente al de los niños migrantes, ya que los primeros no pueden ser regresados a sus países de origen cuando se confirma que de hacerlo se pondría en riesgo su integridad física o inclusive su vida.

Bajo el liderazgo de la licenciada Margarita Zavala, se estableció la Mesa de Diálogo Intersecretarial sobre Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes No acompañados, en la que participan instituciones como el Instituto de Migración, el DIF, la ACNUR y, sobre todo, reitero y destaco de una vez una creciente participación de las instituciones privadas.

En esta mesa se ha ido encontrando la manera de desarrollar un modelo realmente ejemplar de atención, no sólo a los migrantes, sino al caso de los niños menores de edad, jóvenes que solicitan refugio en nuestro país.

Precisamente en el acto de hoy, señor Secretario, usted entregará sus tarjetas de inmigrado a cuatro menores y tres jóvenes. Los menores están a cargo de la Fundación Casa Alianza México. Queremos reconocer a su Directora la señora Sofía Almazán, con quien COMAR, por cierto, firmó el primer Convenio de Colaboración por su extraordinario trabajo, su generosidad y su humanidad.

Los tres jóvenes restantes se han integrado ya plenamente a la sociedad mexicana y les damos la más cordial bienvenida.

Señor Secretario, también nos acompaña en el presídium y hará uso de la palabra para explicar lo que su organización hace, el señor licenciado José Ángel Fernández Uría, Presidente del Patronato de la Fundación Pro Niños de la Calle, con quien hoy firmaremos un Convenio de Concertación para avanzar en ir conformando una especie de red de albergues especializados en la protección y custodia de niños, niñas y adolescentes no acompañados.

El licenciado Fernández compartirá con nosotros su experiencia en su asociación, que también de manera generosa y de absoluta entrega, ha hecho una tarea que ustedes escucharán realmente de enorme humanidad y servicio a muchos menores desprotegidos que están en nuestro territorio.

Con esto les damos la bienvenida y muchas gracias por su atención.

 

Moderadora: Enseguida hace uso de la palabra el señor Eleazar Wilhelm Fernández, refugiado venezolano.

Sr. Eleazar Rafael Wilhelm Fernández: Buenos días a todos.

Doctor Alejandro Poiré Romero, Secretario de Gobernación.

Licenciado José Ángel Fernández Uría, Presidente del Patronato Fundación Pro Niños de la Calle.

Licenciado Gustavo Mohar Betancourt, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos.

Señor Hamdi Bukhari, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en México.

Licenciada Katya Samohano Silva, Coordinadora General de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado.

Licenciado Salvador Beltrán del Río, Comisionado del Instituto Nacional de Migración.

Estimados integrantes del presídium y asistentes a este acto.

Les comento cómo llegamos a México, un país de oportunidades.

Somos una familia venezolana integrada por cuatro personas. Mi esposa tiene 35 años, de profesión docente en el área preescolar; un adolescente de 14 años, estudiante de segundo de secundaria en una escuela técnica pública; un niño de cuatro años estudiante del segundo nivel de kínder; y yo que tengo 42 años, soy técnico en instrumentación industrial y operador de planta, así como certificado en otras áreas.

Actualmente trabajo para una empresa que se dedica a la subasta.

Llegamos a México a mediados del año 2009, huyendo de nuestro país; aunque no tenía idea de lo que es ser un refugiado.

Llegamos a México buscando una nueva vida. En Venezuela yo pertenecía a un partido político opositor al Gobierno actual, con una militancia activa al participar en manifestaciones y apoyar en la organización de las mismas.

En el ejercicio de mis convicciones tuve como consecuencia la persecución. Las actividades del partido tenían que ser practicadas en la clandestinidad, ante el acoso del régimen.

No voy a detallar todo lo que me orilló a dejar mi patria, pero basta decirles que durante 10 años de actividad política fui perseguido por agentes de seguridad, detenido varias veces, golpeado y amenazado contra mi vida y la de mi familia.

Estas fueron las circunstancias que nos motivaron a dejar atrás nuestras tierras y nuestra familia.

No lo niego, al principio hubo miedo, incertidumbre y ansiedad, pero con muchas ganas e ideas de salir adelante, y darnos una oportunidad de vida, lejos del autoritarismo y la persecución.

La forma que encontramos para poder salir de Venezuela de sin problemas fue como turistas, los trámites para obtener los pasaportes fueron bastante complicados, pero finalmente lo conseguimos.

Lo más difícil para mí, teniendo una visa de turista fue encontrar empleo. Muchos me cerraron la puerta sabiendo que era extranjero y otros tuvieron miedo de emplearme, para no tener problemas con las autoridades.

Una amiga venezolana que vive aquí, desde hace aproximadamente 11 años nos brindó su casa. Gracias a ella tuvimos el primer cobijo en tierras mexicanas.

Luego decidimos vivir nosotros solos. Para ello empecé trabajando en una plaza comercial reparando consolas de video, pero precisamente por no tener la documentación migratoria para poder trabajar quedé sin empleo.

En aquellos días mi esposa trabajaba aproximadamente 12 horas diarias por 100 pesos sin ningún tipo de beneficio de ley; yo vendía gelatinas. Mis niños se quedaban solitos en un departamento en el cual vivíamos, ya que no teníamos la documentación para que ellos pudiesen estudiar.

Recuerdo esos días y se me hace un nudo grande en mi garganta.

Las dificultades económicas eran difíciles, pero la tranquilidad interior era grande. Habíamos logrado evadir al régimen político de mi país.

Pasamos nuestra primera navidad y año nuevo solos, fue duro, pero en familia. Seguíamos con nuestra visa de turista.

Además de la situación económica, las dificultades de acceso a los servicios públicos también significaron grandes barreras en esta primera etapa.

Recuerdo en enero del 2010 me enfermé, estábamos desayunando y de pronto desmayé. Mi esposa asustada me llevó a un centro de salud que estaba cerca de donde vivíamos. Al ver el estado en el que me encontraba me brindaron atención por única vez.

En estas condiciones, recorrí las calles de México mientras vendía mis gelatinas.

Conversando con la gente me nombra a Sin Fronteras, me dicen que allí podrían ayudarme a regularizar mi situación migratoria.

Me dirijo hasta ese domicilio que me habían indicado y me atendieron como si estuviera en casa.

Les platiqué lo que había vivido en mi país de origen y me sugirieron que me pusiera en contacto con la gente de COMAR, mi segundo hogar.

Quiero subrayar que a pesar de haber salido de mi país, prácticamente huyendo para resguardar mi vida y la de mi familia, hasta ese momento no tenía idea de lo que éramos refugiados.

Al llegar a COMAR, les explico nuestra situación migratoria y los motivos para no poder o querer volver a nuestro país, de inmediato, me explicaron la situación, los pasos y trámites a seguir.

Después de platicarlo con mi señora esposa, decidimos pedir el refugio.

En julio del 2010 fuimos reconocidos como refugiados y recibimos la protección del Gobierno. Recibimos documentación migratoria de legal estancia y con permiso para poder trabajar.

El año pasado pudimos canjearlo por las tarjetas de inmigrado, lo que nos otorga la residencia permanente.

Para mi familia y para mí, una de las instituciones más importantes se llama COMAR, ya que sin su ayuda no hubiésemos podido lograr nada ni supiéramos qué fuera de nuestra vida.

Dentro de otras cosas, ¿qué ha sucedido en este hermoso país llamado México?

Por lo cual les pido a todos los entes de Gobierno nos apoyen y ayuden a nosotros, los refugiados, podamos salir adelante y ayudar a este país con nuestros conocimientos.

Nos sentimos contentos en México, aún más cuando queremos siempre hay sentimientos encontrados, debido a que la familia quedó atrás.

Mi esposa no ha podido ir a Venezuela a visitar a su papá, que ya es una persona grande. Yo también quisiera ver a los míos.

Pero sabemos que en estos momentos no son posibles, debido a la situación política de mi país.

Nuestro deseo es algún día, ya siendo mexicanos, poder visitar el país del que salimos, sabiendo que tendremos el apoyo del Gobierno mexicano, ya que será nuestro Gobierno.

Para terminar quiero expresar que lo que sentimos profundamente, es agradecimiento con este país, que nos recibió con los brazos abiertos; pero a la vez, me gustaría invitar a todas las autoridades que se comprometan y se unan a respetar nuestros derechos como extranjeros, independientemente de nuestra situación migratoria y apoyen la labor que cumple la Secretaría de Gobernación para el libre desarrollo de nuestras vidas en este país.

Muchas gracias.

 

Presentadora: Para continuar, se llevará a cabo la Firma del Convenio de Concertación de Acciones entre la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, COMAR; y la Fundación Pro Niños de la Calle.

Firman por la Secretaría de Gobernación, el doctor Alejandro Poiré Romero, Secretario de Gobernación.

Por la Fundación Pro Niños de la Calle, el licenciado José Ángel Fernández Uría.

 

(FIRMA DEL CONVENIO)

 

Moderadora: Ahora, escucharemos las palabras por parte del licenciado José Ángel Fernández Uría, Presidente del Patronato de Fundación Pro Niños de la Calle.

Lic. José Ángel Fernández Uría: Doctor Alejandro Poiré Romero, Secretario de Gobernación.

Distinguidos miembros del presídium.

Amigos integrantes de las organizaciones de la sociedad civil que nos acompañan.

Distinguidos funcionarios públicos que también están aquí con nosotros.

Señoras y señores y sobre todo, niños y jóvenes que para muchos de nosotros son nuestra razón de ser y, por la cual, entregamos si es necesario nuestra vida; sean todos bienvenidos y les agradezco que estén aquí.

Hace 25 años un grupo, en ese entonces de jóvenes que terminábamos la preparatoria, nos reunimos con la intención de trabajar en favor de los niños de la calle o, como comúnmente le llamamos, los chavos de la calle.

Hace 19 años nuestro trabajo se materializó con la constitución formal de una fundación que tiene el nombre de Fundación Pro Niños de la Calle, Institución de Asistencia Privada.

Nuestra misión es entender y atender en forma personalizada a chavos que viven en la calle, acompañándolos en un proceso gradual que les permita elegir otra opción de vida. No sacamos niños de la calle, los acompañamos hasta que ellos optan por dejar de vivir en la calle.

Nuestro modelo educativo consta de tres etapas. La primera, el trabajar en la calle en donde nos acercamos al chavo con la intención de que nos acompañe a un centro de día; nuestra segunda etapa en donde, acudiendo al mismo el chavo, logra hacer un contraste entre la calle y una vida digna y estable que le permita tomar libremente una opción de vida.

Ésta, nuestra tercera etapa, la de opción de vida, en la que el niño, el joven ingresa y hace un programa residencial, regresa a su familia o lleva una vida independiente si por su edad esto es posible.

Asimismo en los últimos años hemos empleado nuestro trabajo y contamos con una casa de transición a la vida independiente en la que chavos de mayor edad viven por algunos meses, hasta un año, acompañados 24 horas al día por educadores que los acompañan a una reinserción a la vida y fuera de la calle que ellos conocían.

El chavo de la calle no puede regresar a la calle de la cual salió sin conocer la otra cara de la moneda de esta situación.

Asimismo y por último atendemos a los niños en riesgo de llegar a la vida en calle. Trabajamos directamente con ellos y sus familias, buscando en todo momento prevenir el ingreso de más niños a la difícil vida en la calle.

De 1997 a la fecha, 839 niños han decidido dejar de vivir en la calle. De estos,  492 han sido canalizados a programas residenciales, 285 han sido reintegrados con sus familias y 62 llevan una vida independiente.

De este número, el 85 por ciento aún permanece en su opción de vida, es decir, la deserción es de un 15 por ciento apenas.

El mismo trabajo que hacemos en Pro Niños lo hacen otras grandes instituciones, un ejemplo de ello Sofía Casa Alianza, todos juntos intentamos ayudar a que cada vez menos niños dejen de vivir en la calle.

Sin embargo, en los últimos años hemos sido testigos de cómo la vida de los niños de la calle se ha modificado por el incremento del consumo de drogas, prostitución infantil, trata de menores.

Los niños extranjeros, principalmente provenientes de Centroamérica, además de estos problemas, enfrentan incertidumbre de regresar a su país y rencontrarse con los suyos. En muchas ocasiones estos niños desconocen su origen, su identidad o incluso si sus familias han muerto o se encuentran ya en otro país, muchas veces al norte del nuestro.

Esto último es lo que nos reúne en esta ocasión, en la cual la sociedad civil organizada se une al esfuerzo del Gobierno Federal para buscar mecanismos de cooperación que nos permitan atender a estos niños con el mismo cariño y cuidado con el que atendemos a cualquiera.

Con el trabajo conjunto encontramos la seguridad jurídica, tanto para las organizaciones de la sociedad civil como para los propios niños, que permitirán hacer nuestro trabajo, siempre atentos al interés superior del menor.

Estoy seguro que con la firma de este convenio, y los que se lleven a cabo con otras organizaciones, podemos cada vez trabajar más por los niños en situación de calle.

También estoy seguro que las instituciones de asistencia privada y asociaciones civiles que atendemos a niños de la calle contaremos con más herramientas que nos permitan trabajar con ellos.

De tal manera que ahora podemos incorporar la frase que Pro Niños acuñó hace ya 19 años, que dice que un chavo merece más que la calle, las palabras sin importar su nacionalidad.

Sólo me resta agradecer la hospitalidad brindada por la Secretaría de Gobernación, que abre sus puertas para que podamos continuar nuestro trabajo.

Muchas gracias a todos.

Moderadora: Enseguida se procederá a la entrega de documentos migratorios por parte del doctor Alejandro Poiré Romero, Secretario de Gobernación.

 

(ENTREGA DE DOCUMENTOS MIGRATORIOS)

 

Sr. Hamdi Bukhari: Doctor Alejandro Poiré Romero, Secretario de Gobernación.

Licenciado Gustavo Mohar Betancourt, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos.

Maestra Katya Somohano Silva, Coordinadora General de la COMAR.

Altos funcionarios y compañeros que nos acompañan en este acto.

Señores y señoras:

Es para mí un honor poder estar hoy presente, por primera vez en México, en el acto oficial de conmemoración del Día Mundial del Refugiado.

Esta fecha tan significativa es una oportunidad para hacer, una vez más, visible la situación en que viven millones de personas en todo el mundo que han sido forzadas a abandonar sus países a causa de la persecución, los conflictos armados, la violencia generalizada o las violaciones masivas de derechos humanos.

Ayer el ACNUR lanzó su informe anual que intitula Tendencias Mundiales, el cual muestra que en el 2011 fue un año record en cuanto a desplazamiento forzoso entre fronteras, registrando la mayor cifra de personas que se han convertido en refugiados desde el año 2000.

En el 2011 más de 40 millones de personas en todo el mundo, se encontraban como refugiados, desplazados internos o como solicitantes de asilo.

De esta cifra, 15 millones eran refugiados. Casi tres cuartas partes de los refugiados bajo la protección de la ACNUR, llevan viviendo en el exilio durante más de 5 años a la espera de una solución duradera a su situación.

Afortunadamente este no es el caso de las personas refugiadas en México. La generosa tradición de asilo mexicana presente en la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria, brinde una serie de derechos a las personas refugiadas, incluyendo la residencia legal de manera inmediata tras otorgárseles la condición de Refugiado en México.

Los derechos contemplados en esta avanzada legislación, constituyen las bases para que los refugiados puedan gradualmente lograr su integración en el país hasta que las condiciones sean propicias para su retorno voluntario a sus países.

En este año, México ha seguido desarrollando mecanismos de protección de las personas refugiadas. En febrero se publicó el Reglamento de la Ley sobre Refugiados, de Protección Complementaria.

Asimismo, el ACNUR ve con beneplácito los esfuerzos y el trabajo que actualmente está desarrollando la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados para apoyar las necesidades iniciales de las personas refugiadas a su llegada al país.

En ese sentido, quiero reiterar la disposición e interés de la representación del ACNUR a mi cargo de continuar apoyando los esfuerzos del Gobierno de México a favor de las personas refugiadas, especialmente en este año tan simbólico para el ACNUR en que cumple 30 años de presencia en este generoso país.

La Conmemoración del Día Mundial del Refugiado, es también un momento para reconocer la valentía de las personas refugiadas, quienes se enfrentan a la terrible opción de dejar a sus familiares, su patria, sus trabajos y arriesgarse a enfrentar graves peligros durante su huida.

En el marco del Día Mundial del Refugiado, el ACNUR lanza la Campaña Mundial Dilema, que hace un llamado a todos nosotros a considerar las mismas decisiones de vida o muerte que los refugiados se ven forzados a tomar cuando deciden abandonar sus países.

Cualquiera que sea su decisión, ésta tendrá un impacto en su vida para siempre.

Hoy le pido a cada uno de ustedes que reflexionemos en lo que significa para una persona ser refugiada, porque nadie elige convertirse en refugiado, pero nosotros sí tenemos opción, nosotros sí podemos elegir y mostrar nuestra solidaridad; nuestra solidaridad hacia las personas refugiadas y ayudarles a construir una nueva vida en este país que les ha abierto las puertas.

Porque una sola persona, que es obligada a huir; una sola familia, separada por la guerra; un solo refugiado sin esperanza, es demasiado.

Finalmente quiero agradecer la organización de esta ceremonia y su presencia, para que juntos conmemoremos este día, le rendimos un homenaje al valor de los refugiados y de las personas de interés del ACNUR en el mundo entero.

Muchas gracias.

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